El mundo de la peluquería va a cambiar en los próximos años de forma vertiginosa. Si ya se han producido importantísimos avances en la profesionalización del cuidado del cabello (coloración permanente Inoa sin amoniaco ni olor, alisados de queratina y tratamientos con tecnología cosmética puntera), vamos a ver ahora la paulatina transformación de los salones en auténticos espacios de belleza adaptados a las exigencias -estéticas y de sostenibilidad- de los nuevos tiempos.
En la última Mondial Coiffure Beauté Paris, la feria mundial que reúne en la capital francesa a un impresionante maremágnum de expertos de todo el planeta -nada menos que 75.000 profesionales de 60 países- y a 500 marcas del sector, L’Oréal Professionel presentó cinco conceptos de la peluquería del mañana.
Todos responden a la creciente demanda de una atmósfera agradable -lejos de la sala bulliciosa-, un servicio muy técnico -capaz de recomendar con criterio los tratamientos adecuados, cada vez más específicos y personalizados- y el respeto a los estándares del desarrollo sostenible, en cuanto a uso del agua y la energía, y el reciclaje.
En definitiva, lo que todas (¡y todos!) queremos: que ir a la pelu sea un momento de relax y placer, y que ésta sea un lugar donde recibir los cuidados adaptados a nuestras necesidades de estética y salud capilar, y, también, por supuesto, a nuestro tiempo y nuestro presupuesto.
Las propuestas de nuevos salones de L’oréal Professionnel se dirigen tanto a los espacios que se están abriendo como a los ya existentes que quieran renovarse (ojo al dato: en el mundo hay ¡dos millones de peluquerías!).
¿Y cómo llevar a los hombres, cada vez más sensibilizados con su cuidado personal, a uno de estos espacios, sin que se sientan en casa ajena? Creando un ambiente esencialmente masculino.
Imagen: arqhys