A los niños les encanta hacer tareas de mayores y, si consisten en “jugar a las cocinitas” con comida de verdad, su interés será máximo. Además, una buena manera de que los más pequeños empiecen a atreverse a probar nuevos alimentos consiste en invitarles a participar en la elaboración de sencillas recetas.
Manipular los alimentos, compartir tiempo con ellos, ayudar a mezclar, partir o colocar, convierte la tarea de hacer una receta en un divertido juego. Lo más seguro es que después de hacer el plato con ellos, insistan en querer probarlo o, al menos, no pongan pegas en comer un trocito. Es por ello que es muy recomendable hacerles partícipe de recetas elaboradas con fruta, verdura…o cualquier alimento sano y nutritivo que tengamos interés en que degusten para familiarizarse con él.
Durante los días de vacaciones, puede ser un buen momento para ponerles el delantal y animarnos a preparar alguna sencilla receta con ellos. Hoy te proponemos 3 platos muy sencillos que los niños pueden ayudar a realizar sin ningún peligro y que harán las delicias de su exigente paladar cuando prueben.
– Macedonia de frutas: elegid diferentes frutas, mezclando las que el niño esté acostumbrado a probar con las que queremos que empiece a incluir en su repertorio. Algunas opciones son fresas, plátano, melocotón, pera, albaricoque, kiwi, mandarina, melón, sandía, granada, uvas sin pepita…las que prefiráis.
Déjale que las lave bien en un bol con agua fresca, frotando bien su piel. Después ayúdale a cortarlas en trocitos y mezclarlas con las manos limpias en un bol. Para terminar, déjale espolvorear un poquito de azúcar moreno por encima y listo para servir y comer como rico postre.
– Naranjas rellenas: corta 2 naranjas por la mitad. Sacad la pulpa y aprovecha para hacer un zumo natural. Permite a tu hijo que rellene las medias naranjas con natillas con ayuda de una cuchara. Espolvoread un poquito de cacao en polvo para adornar.
– Palmeritas de azúcar: extender una lámina de hojaldre y espolvorear azúcar por toda la masa. Ayúdale a doblar el extremo derecho hasta la parte central, y lo mismo con el lado izquierdo. Volver a doblar para conseguir un bloque alargado. Cortar en trocitos de un centímetro de grosor y colocar sobre un papel de hornear. Meter en el horno a 200º previamente calentado (en este paso el niño no puede participar) y dejarlas 10 minutos. Abrir el horno, darles la vuelta y dejarlas 3 minutos más.
Veréis como os lo pasáis fenomenal realizando estas deliciosas recetas.