Continuamos con los consejos para sobrevivir en situaciones extremas que comenzamos aquí.
– “Fabrica agua”: es un método muy sencillo. Necesitas un plástico y un recipiente para recoger el agua. Cava un hoyo y, en su fondo, coloca el recipiente del que luego beberás. Cubre el hoyo con el plástico y coloca una piedra en el centro para que todas las gotas, surgidas del calor por la condensación, caigan sobre el cubo. En un día podrás tener un litro de agua, aproximadamente. Si dentro del agujero colocas plantas, obtendrás mayor cantidad de agua.
– De “compras” en el monte: ha llegado la hora de la comida y no tienes nada que llevarte a la boca. Siempre puedes buscar bayas comestibles (como las moras), pero si no las conoces bien hay que tener cuidado. Es hora de ir de caza. Busca huellas y…ahí está la comida. También podemos ir a pescar, que es el método más fácil. Necesitas hilo, que puedes sacar de tu propia ropa o de árboles que haya alrededor y que se deshilachen formando algún tipo de fibra; un anzuelo, que puedes improvisar con unas zarzas o tallándolo en un trozo de madera, y una vara larga. Cuando te hayas hecho la caña, solo te queda buscar el cebo (cualquier gusano servirá) y lanzarla al gua a ver si pican.
– Gafas: si el sol te ha producido una inflamación ocular y no tienes gafas oscuras, un remedio para protegerlos es pintarte alrededor de ellos un cerco oscuro con un corcho quemado.
– Crema solar casera: si tienes un coco a mano, deja su pulpa al sol sobre un plástico. Verás que de ella sale un aceite que es bueno para tratar quemaduras solares. Si tienes cerca una planta de aloe vera, coge sus hojas y aplícate el jugo sobre el cuerpo.