Si esta semana publicábamos que la pareja de guapos oficiales, formada por Angelina Jolie y Brad Pitt, habían llegado a España el lunes y disfrutaban de las refrescantes aguas del Mediterráneo, lo cierto es que en realidad se encontraban en el Reino Unido viajando en un tren privado.
Esa es la realidad, los “Brangelina”, como se conoce en los medios a uno de los dúos que levanta más pasiones en Hollywood, daban esquinazo a un buen número de reporteros y paparazzi que se apostaban a las puertas de una mansión de la Formentera, para intentar cazar la imagen del verano y con toda la familia Jolie-Pitt al completo.
A la misma hora “El Sr. y la Sra. Smith” se encontraban a unos cuantos kilómetros de las islas Baleares, concretamente viajaban de Glasgow a Londres y lo hacían en un tren que habían contratado en exclusiva para que nadie molestara a la dorada pareja y sus preciosos hijos.
El revuelo que se montó en la estación no fue de recibo, entre otras cosas porque allí se mezclaron cientos de fanáticos con un nutrido grupo de perjudicados que se quedaron sin poder viajar, todo ello debido a las medidas de seguridad instauradas por la compañía de ferrocarriles británicos.
Estas medidas se tomaron para evitar la congestión ocasionada por la horda de fans que acudió a esperar a la pareja, por lo que se restringió el acceso a algunos andenes, perjudicando así a muchos viajeros. De hecho, los empleados de la pareja, enviaron a la estación a un doble de Brad Pitt para que concentrara la atención, mientras la familia abandonaba las instalaciones.