La Ley Antitabaco ha traído la edad de oro de las mesas al aire libre. Os dejo un pequeño listado con nuestras preferidas:
- Hotal Ada Palace. Un pequeño secreto (ojo, tiene pocas mesas) es una azotea con las mejores vistas de Madrid (Gran Vía, 2).
- La Mucca. Buenísimas pizzas, ambiente cool y ricas copas. Sólo tiene un fallo: está en cuesta (Pza. Carlos Cambroneros, 4, Madrid).
- Aspen. Cocina y copas excelentes. En verano su terraza está amenizada por jazz en vivo (Pza. de la Moraleja, Alcobendas, Madrid).
- Vino Tinto. Uno de los sitios con mejores raciones, pinchos y, claro, carta de vinos, haciendo honor a su nombre (Jorge Juan, 8, Madrid).
- A Contraluz. Cocina mediterránea, copas en su jardín o terraza y exquisitas veladas cinéfilas y literarias (Milanesat, 19, Barcelona).
- Nineteen. Está en la azotea del Hotel Olimpia y es perfecto para el afterwork y la primera copa (Pza. de Catalunya, 19, Barcelona).
- Agua. Irresistibles sus arroces mirando al mar (Pº Marítimo, 30, Barcelona).
- Laie. En el Disseny Hub (ex Museo Textil). Atrae a lo más moderno de Barcelona (Montcada, 12).
Y relacionado con los cambios debidos a la Ley Antitabaco ha surgido el Smirting o el arte de fligar: dícese de la mezcla entre Smoke y Flirt, y que se practica en la puerta del bar.
Lauren Bacall sedujo a Humphrey Bogart, con quien después se casaría, pidiéndole fuego y fumando un cigarrillo en una inolvidable escena de la película Tener y no tener. Entonces fumar era cool.
La táctica sigue funcionando hoy y la obligación de salir a la puerta de los locales ha generado un fenómeno que en Irlanda y en el Reino Unido existe desde hace unos años y que ellos llaman smirting. Viene de la unión entre smoke (fumar) y flirting (ligar).
Lo cierto es que los fumadores parecen formar parte de una hermandad de la que el resto de los mortales está excluido y en la que se crean intensos lazos que empiezan por un ‘mira que tener que salir con el frío que hace’ y terminan donde cada uno quiera (o pueda) llegar con el fligue.