En toda relación de pareja hay momentos buenos, malos, muy buenos y muy malos. Se viven etapas complicadas donde parece que cualquier cosa genera un problema y épocas en las que todo va sobre ruedas. La vida es así, y compartirla con la persona a la que queremos, significa superarla día a día.
Personalmente, nunca he creído a las parejas que afirman que no discuten nunca o que se llevan tan bien que no tienen nunca problemas. Una cosa es lo que las personas que rodean a la pareja pueden llegar a ver o percibir y otra la realidad.
El periodo estival, dicen las estadísticas, es la época del año en que más rupturas se producen. Durante las vacaciones es cuando más tiempo pasamos con la pareja, estamos fuera de nuestro ambiente diario, salimos de las rutinas establecidas durante el resto del año y en ocasiones se generan conflictos.
Hoy vamos a comentar los motivos más frecuentes de peleas en una pareja. No son los únicos, claro está, pero sí los más habituales. Saber cuales son puede ayudarnos a prevenirlos e intentar evitarlos en la manera de lo posible. Vamos a ver cuales son:
– la convivencia: no es lo mismo vivir bajo el mismo techo que tener cada uno su sitio para vivir. En una casa hay que establecer tareas del hogar, un orden, unas rutinas…Cada persona tiene sus manías, sus días mejores y peores, sus costumbres…y compartirlas con otro significa tener mayor probabilidad de conflicto.
– el dinero: cuando se comparten gastos existe la posibilidad de diferencia de criterios sobre en qué gastar el dinero. Uno puede querer comprar algo que el otro ve innecesario, o uno puede tener un criterio de ahorro más pronunciado que el otro. Como se suele decir, el dinero trae problemas cuando se tiene y cuando no, también.
– las malos costumbres: algunas conductas de nuestro compañero/a pueden llegar a desagradarnos. Lo que en un principio podía resultar gracioso, puede convertirse en algo realmente molesto cuando llega a formar parte de tu vida diaria. Lo de dejarse la pasta de dientes abierta o el cepillo lleno de pelos puede general conflictos cuando a uno le molesta y el otro no hace nada por cambiarlo.
– los amigos: en ocasiones, nuestra pareja puede tener amistades que no nos gusten. Cuando se trata de alguien tan querido por nuestra pareja que llega a formar parte de su vida habitualmente y, por tanto, de la de ambos, es muy incómodo si no es alguien que no acaba de convencerte o incluso te ha dado motivos para ello.
– los celos: el sentimiento de celos infundados es siempre muy peligroso en una pareja por la desconfianza que genera. Confiar en la persona a la que quieres es muy importante y los celos no hacen más que minarla.
Nadie dijo que vivir en pareja fuera fácil y parece ser que la gran mayoría nos peleamos por lo mismo. Ahora que ya sabemos los puntos flojos de la pareja debemos ponernos manos a la obra para evitar en la medida de lo posible pelearnos por estos 5 motivos. ¿Es posible?