Hoy he salido a dar una vueltecita por los mercados de frutas y hortalizas y me ha encantado encontrarme, al margen de con las habituales setas de la época, con unas preciosas, brillantes y orondas castañas otoñales. Aún nos faltan unos días para alcanzar la próxima estación del año y sin embargo, los puestos y las plazas ya lucen con estupendas cajas de castañas.
Ello me ha sugerido que os hable de una receta fácil y sencilla que, sin embargo, suele encantar a todos los miembros de la familia: Crema de Castañas. Riquísima y muy recomendable para niños, embarazadas y ancianos. Eso sí, cuidadito si sóis diabéticos, en ese caso deberemos prescindir de ella.
Ingredientes:
- 1 Kg de castañas
- 1 y medio litro de caldo de pollo
- 1/4 litro de nata líquida
- Sal
Preparación:
Preparemos una ollita con litro y medio de caldo de pollo, a ser posible casero, lo que nos garantizará el valor nutritivo del líquido. Añadiremos todas las castañas, bien peladitas, junto a unos granitos de anís. Vamos a esperar, con mucha paciencia, a que cuezan a fuego muy lento. Alrededor de un par de horitas será el tiempo indicado para que nuestras castañas estén listas.
Pasado ese tiempo sumaremos a la olla la nata líquida y le permitiremos que hierva un pelín con el resto de ingredientes, lo que nos va a asegurar que los sabores estén bien mezcladitos.
Dejamos reposar y que enfríe un rato. Cuando tengamos el cocido templado lo batiremos a máxima potencia, hasta que consigamos una mezcla fina y sin tropezones. Si es necesario pasaremos por el chino.
Es el momento de rectificar el punto de sal y añadir un poco más de caldo si nos ha quedado demasiado densa. Podemos decorar cada cuenco con unas castañas que hayamos reservado o unos picatostes.