Por mucho que nos empeñemos en el cuidado de nuestra piel con la limpieza, no podemos evitar que nuestra piel se apague por distintos factores como, por ejemplo, el humo del tabaco (para las fumadores) o el estrés. Es por eso que la piel puede volverse un poco átona, una piel sin vida como se suele decir.
Las personas con este tipo de piel podréis ver que se os ha quedado una piel mate, sin brillo, sin luminosidad…, vamos, que parece que tenemos una piel vieja y cansada aunque tengamos 20, 30 o 40 años. Es cierto que con el maquillaje podemos reducir un poco ese aspecto de ‘dejado’, pero al fin y al cabo nosotras sabemos que tenemos la piel de esa forma y eso es algo que no podemos consentir.
Pues bien, ¿Qué necesitamos para dejar de lado esa piel apagada y volver a lucir una piel resplandeciente? Lo primero es ponerse en las manos de una buena profesional para que nos realice una limpieza de cutis para ‘eliminar’ esa capa externa que hace que la piel se vea apagada.
Después de esta limpieza de cutis en profundidad es importante que sigáis vuestros rituales de belleza, es decir, la limpieza, la exfoliación (que se nos olvida muchas semanas, por cierto) e hidratación para que la piel se vea radiante. A continuación os dejo una lista con lo que debéis hacer y lo que debéis evitar para que vuestra piel luzca estupendamente:
· Beber más agua.
· Dejar de fumar.
· Alimentarse mejor (más frutas y verduras).
· Oxigenarse cuando se pueda: fin de semana a la montaña, salir a andar a paso ligero 30-40 minutos diarios.
· Limpieza básica en casa: mañana y noche.
· Limpieza profunda: una limpieza de cutis cada mes o mes y medio.
Creedme que con este pequeño esfuerzo cada día hará que la piel no se vuelva átona.