Ya hace unos días que el frío ha anunciado que viene para quedarse y es que, sinceramente, hacía mucho tiempo que no tenía tanto frío y que mis manos no estaban tan ásperas como lo están en estos momentos, y es que claro, con el frío las manos se secan, se deshidratan y se agrietan, lo que hace que nosotras estemos incómodas y que nuestras manos luzcan poco cuidadas.
Pues bien, para que no nos pase eso es importante tirar de crema hidratante, vamos, tener una en el bolso todo el día y sacarla a cada rato. Pero, como siempre, os voy a enseñar cómo hacer una mascarilla casera para suavizar las manos, y es que, como bien sabéis todas, me encantan los remedios y los potingues caseros, es muy divertido hacerlos y dan grandes resultados.
Para elaborar esta crema necesitaremos una yema de huevo, dos cucharaditas de miel y una cucharada de almendras, nada complicado de conseguir, es más, seguro que, siendo la época del año que es, tendréis incluso almendras en casa.
Tendremos que coger todas las almendras y machacarlas (o triturarlas) hasta que queden en polvito, así es mucho más fácil esparcirla por las manos. Luego le añadiremos la yema de huevo que, previamente, habremos batido con el tenedor. Cuando tengamos estos dos ingredientes juntos, le añadiremos la miel y mezclaremos para poder conseguir una crema homogénea, con buen olor y, además, muy suave.
Os aconsejo que dejéis este remedio para casa y que fuera llevéis vuestra crema hidratante de siempre, y es que esta crema es mucho más reparadora y, para que mentir, pringosa, por eso es mejor dejarla para casa.