Una clase rápida de japonés para empezar. La palabra Ki, que proviene de Kiru, significa llevar y mono se traduce al español como cosa. Resultado: llevar una cosa. Y, en este caso, una prenda típica del país asiático: el kimono.
Finalizada esta aclaración mínima, habría que explicar el porqué de la reaparición de este icono made in Japan que lleva vistiendo a los nipones desde hace siglos, al principio como prenda tradicional y ahora como indumentaria reservada para ceremonias especiales o usada por las mujeres y los hombres más partidarios de la cultura patria.
¿La personalidad de este must textil? Se trata de una túnica larga, casi hasta los pies, con amplias mangas, escote en pico y tintada en colores neutros o animada con dibujos exóticos. En cuanto a los tejidos, comenzando siendo rústicos y, gracias a la influencia china, llegaron a los patrones las sedas y otros materiales más exquisitos. El fiel compañero del kimono es el obi: un amplio fajín de tela para ceñir la silueta.
Esta temporada la pasarela ha bebido de las raíces japonesas y ha hecho desfilar outfits con guiños a los kimonos: chaquetas amplias sin botones o con cinturones a juego, abrigos de seda (con flecos a lo mantón de Manila incorporados) y envolventes vestidos cruzados con prints de motivos como flores o efectos acuáticos.
Celebrities y street style y han sucumbido a este hit, así que prueba tú ahora sus encantos. Mango, H&M, Topshop, Zara y demás firmas low chic han hecho su propia interpretación de este handmade para ti. Busca y encontrarás tu kimono ideal.
Imagen: jeanhallpainting