No podía ser más acertado el nombre mitológico de esta firma de joyería danesa, Pandora, ya que desde su nacimiento, en 1982, ha desatado sin remedio la fiebre de las diosas fashionistas. Hoy, con apenas tres décadas de vida a sus espaldas, hablamos de una casa presente en más de 40 países, que vende sus creaciones en 8.200 tiendas y que está de celebración por el 10º aniversario del brazalete que le ha dado fama internacional.
Per Enevoldsen y su mujer, Winnie, fundaron a principios de los 80 una joyería en Copenhague que pronto, por la demanda del público y las alabanzas de la crítica, se convertirá en un negocio al por mayor.
Un diseño innovador, una calidad inmejorable y una creatividad inquieta sirvieron para que, en pocos años, el matrimonio se lanzase con éxito a abrir una fábrica en Tailandia de donde ahora salen esas joyas manufacturadas por las que suspiran millones de mujeres.
Su secreto es una producción centrada en dos líneas, collares y pulseras, y una filosofía, permitir que cada uno exprese su propio estilo sin límites. La cadena soporte, ya sea de cuero, plata y oro, se compone de tres pequeñas roscas para enhebrar las verdaderas niñas bonitas de la casa: los charms. De esta manera, se puede elegir la composición final de la joya, siempre única y, por su valor, seguramente intransferible, con cuantos abalorios apetezca o el capricho dicte.
‘Pandora tiene en cuenta las tendencias, pero también la calidad emocional de sus piezas para que gusten a la mayoría de las mujeres’, afirma Lone Frandsen, diseñadora de la casa Pandora y una de las figuras más importantes en el nacimiento del famoso brazalete. El savoir-faire de esta artista danesa y el talento de su compatriota Lisbeth Larsen son los pilares fundamentales de la empresa. La primera busca su inspiración en la moda y la segunda, en la naturaleza y la arquitectura.
Frandsen dibuja unas líneas bohemias, románticas y coloridas en diversos materiales como el cristal de Murano, y Larsen otras clásicas y suaves con el oro y la plata de protagonistas absolutos. Una persigue crear hits que perduren en el tiempo y la otra habla de originalidad y exclusividad. Es el tándem perfecto, la unión y la fuerza al poder.
Imagen: pandora
[…] alta gama en sacarle partido al filón de las pulseras de la buena suerte. Nos referimos a la casa Pandora, quién reinterpreto el concepto con sus joyas […]