Justo detrás de Barneys y del hotel Beverly Wilshire, donde Julia Roberts experimentó su propia transformación cinematográfica, el edificio en el que se encuentra la consulta del doctor Garth Fisher es completamente funcional, con un hall de techos altos con cristales ahumados y varios ascensores que prometen el acceso a innumerables suites repartidas por distintas plantas.
No hay mostrador de recepción, sólo un guardia de seguridad trajeado. Tras avanzar por un pasillo se llega a una puerta con una placa que anuncia los servicios de una empresa llamada Make You Perfect. Un lujoso anonimato que apenas ofrece indicios de lo que realmente ocurre aquí.
Durante los últimos 20 años, el doctor Fisher ha trabajado duro por moldear, literalmente, a Hollywood: estrellas de Los vigilantes de la playa, pin-ups de Playboy o Ángeles de Victoria Secret, todas han encontrado el camino que llevaba a su consulta en busca de un busto perfecto.
Por supuesto, él no se ha limitado a esto –también tiene una gama de cuidados faciales, ha producido una colección de dvds divulgativos titulada The Naked Truth About Plastic Surgery y ha sacado tiempo para aparecer en series de televisión como Extreme Makeover-, pero por lo que mejor se le conoce es por sus resultados en operaciones de pecho. Hasta ahora ha realizado cerca de 20.000 y asegura que es lo que más le gusta.
Y el motivo de que Fisher sea el más solicitado para este tipo de intervenciones, aunque sus honorarios sobrepasen los 8.500 euros, es porque posee la habilidad de crear un busto más discreto de lo que normalmente asociamos con Hollywood. Si alguna vez te has preguntado sobre los pechos ideales de ciertas actrices o modelos, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que son sus clientas.
Para comprender hasta qué punto es famoso este cirujano basta con decir que la boda de Garth Fisher con una antigua modelo de Playboy apareció en la revista People.
Imagen: garthfisher