Tras las flores, la necesidad de trasladarse a otra zona de la ciudad se hizo necesaria, por eso en 1870 la boutique se mudará a Union Square y las colecciones se harán cada vez más suntuosas.
Tiffany se convertiría en el mayor proveedor de joyas, relojes, objetos para mesa, accesorios personales y para el hogar de lujo. Sus características siempre fieles al ‘estilo americano’ creado por la casa, dieron lugar a diseños exquisitos en los que la armonía y la claridad de las líneas se convirtieron en señas de identidad.
A ella se debe la creación de la primera escuela americana del diseño. Y es que el especial cuidado de cada uno de sus productos era y es fruto de la observación y el trabajo de un equipo artístico cuajado de profesionales.
A principios del siglo XX la compañía estaba con más de mil empleados, y tenía tiendas en Londres, París y Ginebra.
Uno de los mejores atributos de Charles Tiffany fue el reconocimiento sin precedentes que recibió la compañía en las grandes ferias mundiales. En la feria de París de 1878, ganó el mayor premio para joyería y recibió el premio de “Cross os Chevalier” del legado de honor. Como resultado llegó a ser la joyería imperial de los coronados de Europa, el emperador Otomano, el zar y zarina de Rusia, y el Sha de Irán.
Una celebración continúa de la nueva riqueza del país y la prosperidad de las fortunas creadas durante la revolución industrial.
Familias como los Goulds, los Astors, los Vanderbilts o los Whitneys así como los artistas y políticos más reconocidos elegían Tiffany, encargado también de crear los magníficos trofeos que captaron la pompa de las carreras de yates y caballos típicos de esa época.
A la introducción de piedras preciosas de color, como las turmalinas, en joyas de alta gama le seguiría la adquisición por 18.000$ de lo que se conoce como el ‘Diamante Tiffany’, un diamante amarillo de 287,42 kilates con el que sentaría precedente concediendo mayor importancia al modo de cortar la piedra que al tamaño.
Y por fin llegó 1886 año en el que introdujo el anillo de compromiso, en Engaste Tiffany elevaba el diamante con seis dientes de platino, potenciando de forma significativa el brillo de la piedra. Desde entonces y hasta nuestros días ésta ha sido la pieza clave de la compañía, evolucionando en su diseño y apostando por las piedras de mejor calidad para subrayar la importancia de una pieza de tales características.
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Tiffany & Co. I – Tiffany & Co. III
Fuente: mujerinnovadora