Ayer os contamos las verdades de 5 mitos del ahorro doméstico. Tenemos otros cinco mitos más que no debemos pasar por alto. Estos son los siguientes.
El tipo de aislamiento de la vivienda prácticamente no afecta en el consumo de energía. Si elegimos buenos materiales aislantes y solventamos los problemas de aislamiento en el hogar podremos llegar a ahorrar hasta el 40% del consumo en calefacción y otro tanto por ciento similar con el aire acondicionado.
Apagar la calefacción consume más que mantener una temperatura constante. Si nos obcecamos por mantener la temperatura constante en invierno, estaremos derrochando más de un 13% de energía… mucho más de lo que se necesita para calentar la casa al día siguiente. El motivo es que la temperatura ideal va desde los 19º hasta los 21 ºC. Pero, durante la noche, estos grados disminuyen hasta los 15 ºC, temperatura que se consigue fácilmente sin necesidad de encender la calefacción.
Las ventanas nos hacen perder el calor residual. La forma de evitar esta pérdida de calor es optando por ventanas de doble cristal. Con ellas, nos aislaremos mejor del frío y del calor y podremos llegar a reducir hasta en un 50% el consumo de energía.
La cocina de gas consume más que las eléctricas. Las cocinas vitrocerámicas, a pesar de ser más modernas que las de gas, pueden llegar a consumir hasta cuatro veces más que las tradicionales. Para conseguir ahorrar con ellas se recomienda el uso de sartenes, cazos y ollas con fondo grueso difusor de forma que la temperatura sea homogénea en todo el recipiente. Y, por supuesto, debemos hacer uso de las correspondientes tapas para aprovechar mejor el calor.
Para mantener la casa caliente todas las estancias deben tener una temperatura constante. ¿De verdad se usan todas las estancias? En el 99% de los casos no es así, con lo que si apagamos los radiadores de las mismas y cerramos sus puertas, mantendremos el calor dónde se necesita sin necesidad de derrochar energía.
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