Antes de nada, dejemos claro que las zonas de paso de cualquier hogar las componen el pasillo, el recibidor y las escaleras, en caso de tenerlas. Son zonas muy transitadas por los habitantes del hogar, de ahí la gran importancia de las mismas.
La principal función de estas zonas es ser, tal y como su nombre indica, simples zonas de paso, por lo que nunca debemos olvidar la importancia de mantenerlas despejadas para transitar por ellas cómodamente.
Para organizar las zonas de paso de nuestra vivienda, tendremos que tener en mente lo siguiente:
Ante todo comodidad. Si el espacio del que disponemos no es muy amplio, tendremos que evitar poner muebles u objetos que nos quite espacio.
En caso de tener posibilidad de colocar objetos y muebles, debemos tener en cuenta las necesidades de los habitantes de la casa. Por ejemplo, si hay niños que puedan chocar o romper estos objetos así como ancianos o discapacitados. Debemos colocar los muebles u objetos decorativos en zonas amplias, donde ni agobie ni resulte peligrosa su presencia.
El pasillo como espacio para el almacenaje. Con los muebles necesarios, tanto el recibidor como los pasillos nos permitirán albergar gran cantidad de objetos que, de otra forma, no sabríamos dónde guardar.
Como es lógico, todo dependerá del espacio y del mobiliario que coloquemos en éste:
– Armarios: perfectos para guardar ropa, zapatos, comida o objetos en desuso.
– Cómodas o aparadores: sus cajones nos permitirán almacenar todo aquello que no cabe en los dormitorios o salones.
– Consolas y taquillones: ocupan menos espacio que los armarios y nos prestan el mismo servicio.
– Estanterías y baldas: ideales para espacios pequeños. Nos servirán para colocar objetos decorativos o elementos más prácticos estilo vacíabolsillos o portadocumentos para la correspondencia.
Independientemente de lo que pongamos, lo más crucial es que se encuentren en orden.
Sin agobios, sensación de ligereza. Para crear la sensación de orden lo lógico es mantener cada cosa en su sitio. Pero, además, para obtener sensación de amplitud se hace indispensable no agobiar visualmente la zona con objetos pesados, especialmente si son espacios estrechos y poco iluminados.
La importancia de la luz. Conocemos de sobra la importancia de la luz a la hora de ampliar un espacio. Sin tener en cuenta la luz natural que pueda llegar a alumbrar los pasillos, escaleras y recibidores, debemos iluminar bien todos estos lugares de forma que generemos sensación de amplitud.
Para ello utilizaremos colores claros y luminosos como el blanco o el amarillo, espejos que multipliquen la luz y, por supuesto, jugaremos con los distintos tipos de iluminación.
Fuente e imagen: hogar.fotocasa