Así como no dudamos a la hora de colocar muebles específicos de exterior, debemos tener en cuenta que los textiles a emplear para vestir nuestras terrazas, jardines y balcones deben ser los apropiados. Es decir, los realizados con materiales naturales, combinados con fibras sintéticas muy resistentes que los convierten en ideales para soportar las inclemencias del tiempo.
La función básica de los textiles de exterior es múltiple: dar color, generar frescor, alegría y vitalidad, a la vez que nos ayudan a personalizar y aumentar la sensación de confort del área exterior de la vivienda. Por todo esto, no cabe duda que son imprescindibles para esta época del año.
Centrándonos en la cuestión, ¿qué piezas podemos encontrar en estos espacios de la vivienda?
– Manteles y servilletas: visten nuestra mesa y la protegen de posibles arañazos y golpes. Si además los combinamos con vajillas de colorido alegre y flores bonitas mejor que mejor.
– Cojines: decoran, personalizan, dan color, y resultan súper prácticos a la hora de hacer más cómodos los sofás, sillones, sillas y taburetes.
– Hamacas: ideal para las más cómodas de la casa 😉 En ellas disfrutaremos de ratos de lectura, siestas o relax sin más.
– Colchonetas: para tumbonas y sillones. Incluso, si son mullidos, para el suelo. Las colchonetas maximizan la comodidad a la vez que aportan color.
La principal característica que deben tener estos textiles es la de ser tremendamente resistentes a las inclemencias del tiempo, ya que al estar fuera, sufrirán los efectos de los rayos solares, el viento, el agua, la humedad, el moho y los insectos. Por eso, además del algodón, el lino, la rafia y el yute encontraremos tejidos de fibras de acrílico y otros sintéticos que los dotan de gran resistencia sin renunciar al diseño.
Aunque la durabilidad de este tipo de productos es grande, en el momento que no los vayamos a usar es recomendable recogerlos. Resulta mucho más higiénico y lograremos alargar la vida de los mismos.
Imagen: bauhaus