¿Cuánto tiempo debe pasar entre sesión y sesión?
Lo recomendable es que pasen entre tres y cuatro meses entre sesiones. Así evitaremos que nos inyecten más toxina botulínica sobre músculos en los que sigue vigente el efecto de la paresia. De esta forma nuestro organismo no se hará resistente al Bótox.
¿Los resultados son para siempre?
Hay tres plazos posibles: corto, medio y largo. A corto plazo, tras la inyección del producto, las arrugas comienzan a desparecer entre las 24 y 26 horas. A medio plazo la parálisis comienza a partir del segundo día de tratamieno, aunque debe transcurrir una semana para que se agoten las reservas de los neurotransmisores responsables de la conexión de las terminaciones nerviosas y la placa motora del músculo (acetilcolina). A en los casos de largo plazo las sesiones serán más espaciadas y con dosis más pequeñas.
¿Cuáles son los efectos secundarios y riesgos?
Si el producto cumple con los protocolos, la toxina botulínica es muy segura y ni siquiera son necesarios test de alergias. Ahora bien, la inyección de Bótox puede provocar hematomas, cierto dolor y enrojecimiento o eritema. Además, puede ocurrir que los aminosidos (antibióticos) aumenten el efecto de la toxina, por lo que no se recomienda su ingesta durante el tratamiento.
¿Está contraindicado en algún caso?
La respuesta es sí. Si padeces de zonas infectadas o inflamadas, dermatitis infecciosa, acné, embarazo, lactancia, miastenia gravis –el organismo produce su propia toxina botulínica-, esclerosis, e hipersensibilidad conocida a la toxina o a algunos de los componentes del producto no debes someterte al tratamiento con Bótox.
Imagen: clinicaclemente