6. No utilices cremas protectoras de un año para otra si estas están abiertas ya que pierden efectividad. Además, si te ha sobrado del año anterior queda claro que no la has estado usando bien: un envase de 200 mililitros no debe durar más de una semana si estamos en la playa.
7. No es cierto que el sol cure el acné. Simplemente seca los granos y bronceada los oculta, pero lo único que estamos consiguiendo es quemar la piel ya irritada de por sí. En estos casos, a la hora de tomar el sol la protección ha de ser de las más altas. Y en lo que al tratamiento del acné respecta, habrá que acudir a un dermatólogo para que nos mande el tratamiento adecuado.
8. Es cierto que a partir de las 16 horas el sol es menos agresivo al no estar tan alto en el cielo, pero no por eso debemos dejar de aplicarnos el protector solar de nivel alto.
9. Nunca olvides seleccionar la protección solar adecuada según sea tu fototipo. Los índices de protección establecidos por la Comisión Europea son: baja (entre 6 y 10), media (entre 15 y 26), alta (entre 30 y 50) y muy alta (más de 50).
10. El uso de un protector solar muy alto ayuda a prevenir el melanoma, que no nos afecten los rayos solares más nocivos y el envejecimiento prematuro. Y jamás impide que nos bronceemos, aunque tardemos un poquito más.
Imagen: madamenoire