Es la nueva brillante idea del Gobierno del PP, devolver a la mujer a los tiempos en que necesitaba el permiso del padre o el marido para comprarse un frigorífico. Ahora la polémica está servida, como en tantas otras áreas de ‘desigualdad’ que nos está tocando vivir desde que gobierna Mariano Rajoy.
La feliz idea surge amparada bajo la eterna losa de los recortes, que está sirviendo de escudo al PP para dilapidar cualquier derecho social que puedan haber conquistado los ciudadanos y ciudadanas de este país.
Las mujeres solas y las lesbianas salen de una ‘patada’ de las listas de tratamientos gratuitos de reproducción asistida, según la propuesta realizada por la ministra de Sanidad, Ana Mato, y que será aprobada el próximo martes.
Lo que realmente resulta aún más humillante y vergonzoso para miles de mujeres de este país es que la medida vaya defendida por una mujer y sea una ministra quien margine a dos colectivos femeninos: el de mujeres homosexuales y el de mujeres solas.
El criterio que seguirá Sanidad a partir de ahora para acceder al tratamiento gratuito de reproducción asistida sólo amparará a parejas formadas por una mujer menor de 40 años y hombre de menos de 55, sin ningún hijo común previo y sano y que cuenten con un diagnóstico de esterilidad.
La medida de Ana Mato deja bien claro el modelo de familia que defiende el Gobierno del PP y que excluye y margina cualquier otra tipología que al parecer no se adapte al arcaico pensamiento de la facción más conservadora, añeja y cavernícola del partido que nos gobierna.
Foto en CC: Drab Makyo