Y es que, al ver el anuncio, lo relacionaba en el acto con el jabón en seco para mascotas que se me ocurrió usar un par de veces con mi perro… y bueno, no sólo no logré limpiarlo sino que parecía un imán para atraer la porquería.
Pero lo dicho, rebuscando me he dado de bruces con la farmacéutica y jefa de producto de Klorane, Cristina Alcoriza, que asegura lo siguiente en relación a su champú seco: “Son cuidados de belleza para el cabello muy suaves y elaborados con activos naturales por lo que no son agresivos con el cabello” []”al llevar en su composición extracto de arroz, avena y maíz, protegen el cabello y el cuero cabelludo y no lo agreden. Existe otra edición que en su composición incluye extracto de ortiga que limita la actividad de la glándula sebácea responsable del exceso de grasa en el cabello”.
Y si lo dice una experta, será por algo (espero que no lo haga sólo por vender el producto de Klorane :P). Sea como sea, los champús secos tienen como objetivo espaciar el tiempo entre los lavados con agua del cabello, con lo que nos ayudan a mantener la coloración durante más tiempo si lo llevamos tintado y reducir la producción de grasa.
Son rápidos de utilizar, y su uso se aconseja básicamente a cuando necesitas tener el cabello perfecto y no dispones del tiempo necesario. Hay que agitarlos bien antes de usar, vaporizar muy poco de los mismos a unos 30 centímetros del pelo, dejar que actúen durante un par de minutos y, por último, cepillar el cabello a conciencia para que no quede resto del mismo.
¿Qué os parece?
Imagen: klorane