Lo primero es saber que necesitas para ‘teñirte’ el pelo con tiza:
- Una caja de tinte compacto o tizas color pastel (insisto, las tizas de las pizarras no son válidas).
- Spray con agua.
- Bol con agua para humedecer la tiza.
- Guantes de goma.
- Plancha de pelo o secador.
Por último, los pasos a seguir son estos:
- Nos separamos los mechones de cabello que queramos tintar mientras que el resto lo recogemos para que no se nos manche. Pulverizamos ligeramente con agua el mechón en cuestión y humedecemos la tiza en el bol de agua.
- Una vez el pelo y la tiza estén humedecidos empezamos a pintar la mecha, siempre de arriba abajo, hasta conseguir la tonalidad que más nos guste.
- Cepillamos el pelo para retirar el exceso de tiza que se nos haya podido quedar.
- Por último usamos la plancha, el rizador o el secador en el mechón para que el calor ayude a fijar el color en el cabello y el ‘tinte’ nos dure lo máximo posible (recordad que con tan solo lavarnos el pelo todo el color quedará eliminado).
Como podéis comprobar la metodología a seguir es de lo más sencilla. Basta con tener los productos adecuados y un poquito de tiempo para aplicárnoslo en el pelo. No hay más misterio.
Ahora puede que alguna todavía se ande preguntando donde conseguir las tizas en cuestión. La respuesta también es muy fácil: vía online las marcas Fine Featherheads y Hair Color Chalk cumplirán todas vuestras expectativas. Y en caso de querer tenerlas en las manos antes de pagar por ellas, os recomiendo que os deis una vueltecita por las tiendas especializadas en el cuidado del cabello o especializadas en productos para Bellas Artes (las tizas pastel de la marca Faber Castel van de lujo).
Imagen: caloocan