La trabajadora embarazada podrá ausentarse de su puesto de trabajo por el tiempo indispensable para la realización de exámenes prenatales y clases de preparación al parto que deban realizarse dentro de la jornada laboral.
Es importante dar al médico la información necesaria sobre el puesto de trabajo que se desempeña para que pueda valorar si es compatible con el embarazo, si requiere un cambio del mismo o una revisión específica.
El bienestar de la madre y el feto debe ser un objetivo primordial para la empresa, por lo que se debe extremar la prevención de riesgos laborales durante el periodo que se está trabajando en la empresa.
Por otro lado, la empresa no puede tratar de modo menos favorable a una mujer debido a su condición de embarazada; y eso es así desde el momento en el que la empleada conoce su situación.
Imagen: lexnews
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