Los tiempos que corren y la cultura globalizada han empujado a la mayoría de los países a una situación de desequilibrio económico que ha planteado serios problemas para conseguir que los ciudadanos puedan mantener sus puestos de trabajo en los nuevos mercados laborales.
El desempleo es ahora una de las preocupaciones primordiales en la cabeza del ciudadano de convulso siglo XXI. Sólo en España, la tasa de parados ha llegado a superar los cinco millones de desempleados y amenaza con seguir creciendo. Pero no es una cuestión que esté afectando sólo a los españoles y la crisis económica al final se está traduciendo en una serie de circunstancias que contaminan a otras parcelas del individuo.
Por supuesto y como viene siendo habitual a lo largo de la historia, el colectivo femenino es uno de los más perjudicados en esta espiral de desempleo, junto al de los jóvenes y los mayores de 45 años. Miles de mujeres salen cada día a la calle con el firme propósito de encontrar un trabajo que se muestra esquivo y difícil.
La tarea resulta desesperante y los especialistas intentan ofrecer ideas que nos permitan destacar entre miles de currículos o, mejor aún, adaptarnos a las demandas laborales de un mundo cada vez más cambiante y el hecho es que las circunstancias por las que atravesamos están favoreciendo la aparición de nuevas actividades, nuevas necesidades y, con ello, la necesidad de cubrir nuevos menesteres profesionales.
La realidad es una sociedad que ha transgredido los límites de la industrialización y que, con poco más de un cuarto de la población, va a conseguir producir todos los bienes que el resto de los consumidores necesitan. De esta manera, los demás ciudadanos tendrán que dedicarse a vender asesoramiento y servicios.
La nueva sociedad demanda por tanto profesionales relacionados con las nuevas tecnologías, aplicadas a todos los campos; el medio ambiente y la ecología, tanto en cultivos como en energías limpias y reciclado; profesiones relacionadas con la atención y una mayor calidad de vida de los mayores, un segmento de población cada vez más grande en los países desarrollados…
Foto | Alejandro Pinto