La artista Megumi Igarashi es noticia por haber mandado datos informáticos a sus clientes destinados a la reproducción de sus genitales mediante impresoras 3D. En Japón, lugar de origen y residencia de Igarashi, tienen una ley que prohíbe la distribución de materiales “indecentes”, por lo que la policía nipona ha detenido a la artista.
Me he enterado gracias a la información facilitada por la agencia Kyodo News, donde identifican a Megumi bajo el alias de Rokudenashi-ko, o lo que es lo mismo, “chica absurda”. Sin embargo, el objetivo de la artista tiene poco de tonto, ya que pretende construir una especie de barca o canoa con la estructura de su vagina.
Queda patente que el envío de esta información por parte de la japonesa de 42 años residente en Tokio no ha sido por amor al arte, sino que, a cambio, ha recibido una suma de dinero. Lo que no sé si ha sido extravagante o simplemente algo simbólico, pero conociendo la cultura japonesa no debe haber sido moco de pavo.
De hecho, no es la primera vez que la detenida ha usado este método de negocio. Según las fuentes policiales citadas por Kyodo, Rokudenashi-ko se ha servido de esta idea para recaudar fondos que le permitan su objetivo final, la construcción de un barco con la forma de vagina. Hasta el momento habría recaudado la nada despreciable cifra de un millón de yenes, unos 7.200 euros al cambio.
Megumi Igarashi se defiende ante las autoridades niponas indicando que sólo envió datos, y no fotos, a sus clientes, con lo que no estaría infringiendo la legislación japonesa. De hecho, un solo día después del arresto de la artista, ya ha habido manifestaciones para que la liberen.
Tendremos que esperar para ver qué le pasa a esta peculiar artista.
Foto | @rokudenashiko
[…] Megumi Igarashi, la joven nipona conocía como ‘la artista de la vagina’ ya ha sido liberada tras permanecer una semana bajo arresto por enviar datos con el objetivo de imprimir, en una impresora 3D, sus genitales y construir un barco con ellos. El motivo de su arresto no es otro que haber vulnerado la ley japonesa que prohíbe la distribución de material “obsceno”. […]