Entrada ya la operación bikini, las dietas milagro aparecen en todas las revistas que se precien y nos obsequian trajes de baño, gafas de sol, chanclas de playa y así un sinfín de productos que rara vez usaremos por ser de calidad cuestionable (al menos para mi gusto personal).
Sea como sea, la dieta que está en boga ahora misma es la que se conoce como 5.2. Y en realidad no parece una mala idea, siempre y cuando sea verdad que celebrities como Gwyneth Paltrow, Miranda Kerr y Liv Tyler, entre otras, tengan esos cuerpazos de escándalo por seguirla a raja tabla.
La regla de esta dieta es sencilla: de los siete días de la semana, dos vas a pasar más hambre que un caracol en un espejo o que el caballo de Don Quijote (ese fiel, aunque raquítico Rocinante) mientras que los otros cinco tienes libertad total para comer lo que quieras.
Presentado así parece maravilloso, ¿a qué sí? Pero el truco está en que las cosas no son tan sencillas. Es cierto que, para el caso de las mujeres, durante los dos días de mesura semanales no se pueden consumir más de 500 kilocalorías diarias; pero eso de que el resto de la semana puedes ponerte hasta las trancas ya es otro cantar. Señoras, los cinco días siguientes también son de dieta… si realmente quieres adelgazar algo.
Sea como sea, y como siempre os digo, antes de empezar cualquier dieta, consultad con vuestro médico. Más vale ir sobre seguro y perder medio kilo a la semana, que al año suman un total de 24 kilos, que poner nuestra salud en peligro con las dietas milagro.
Foto | Girona_Flashman