Yuja Wang es reconocida por un estilo personal que combina la imaginación más atrevida con la disciplina y la precisión de una artista madura; ha sido elogiada por su control ante las exigencias técnicas más difíciles, la profundidad de su percepción musical, y su elegante y carismática presencia escénica. The Washington Post calificó su debut en el Kennedy Center como “para quedarse con la boca abierta”.
A los 4 años ya leía partituras, con 5 pintaba, practicaba natación, ballet y gimnasia, y a los 6 empezó a tocar el piano, que resultó ser para ella lo más fácil de todo.
Que con 24 sea una de las grandes virtuosas de este instrumento no parece raro vista su trayectoria. Lo que sí es sorprendente, como ella misma reconoce, es que toque sobre tacones de aguja, escuche a Lady Gaga y quiera colaborar con Rihanna. Por eso Rolex la ha elegido como uno de sus estandartes.
En su último disco, editado por Deutsche Grammophon, interpreta a Rachmaninov junto con la Mahler Chamber Orchestra, en la que la mayoría de los músicos no supera los ventitantos años. Ni que decir tiene que esta mujer nos seguirá impresionando durante mucho tiempo.
Yuja Wang nació en Pekín en 1987 y heredó la vena artística de su madre, bailarina de danza clásica. Podemos decir que tiene muy buen humor pues una de sus últimas anécdotas que cuenta con humor es que le ha divertido que en su último viaje a Madrid un peluquero le entendiera mal y le cortara su larga cabellera. Fantasea con ser diseñadora de moda y crear tallas mini (ella mide 148 cm) para chicas orientales (personalmente no creo que sea necesario, viendo las tallas existentes, pero para gustos los colores). Y, como toda persona actual que se precie, está enganchada al portátil, donde ve películas sin parar. Al parecer su director favorito es Stanley Kubrick (va de genios la cosa).
Según su experiencia en relación a los aplausos y ovaciones que recibe tras sus conciertos ‘los japoneses son muy educados y silenciosos. Aplauden, pero jamás se ponen de pie. Los americanos gritan ‘¡bravo!’ una y otra vez. Son muy entusiastas con todas las cosas, no sólo con la música. Los europeos suelen ser bastante reservados, aunque hay grandes diferencias entre los del norte y los del sur, más alegres’. Así que ya sabéis, a seguir animando a Yuja sin dudar.
Os dejamos una pequeña muestra del enorme talento de esta gran mujer: