Mascarilla de áloe vera (regeneradora)
Una de las principales características del áloe vera es su capacidad poco común de penetrar a través de las 3 capas de piel, regenerándola por tanto en profundidad y acelerando el proceso de restauración celular. En la preparación de la mascarilla también emplearemos arcilla verde, que desintoxica la piel, de manera que potencia el efecto del áloe.
Eso sí, debemos asegurarnos que empleamos “puro jugo” de áloe vera y de que éste lleva el sello del Internacional Áloe Sciencie Council, que es el que certifica la pureza del producto, requisito importante para que sea efectivo sobre la piel. Si compras una botella de 1 litro, podrás completar el tratamiento al cien por cien, ya que consumido el áloe vera depura y desintoxica el organismo y, por ende, la piel.
Para preparar la mascarilla de áloe vera debemos mezclar la cantidad necesaria de arcilla verde para una mascarilla con un chorrito de puro jugo de áloe vera. Amasamos la mezcla con una cuchara de madera, la aplicamos a la piel y retiramos poco a poco antes de que se seque totalmente. Después es conveniente hidratar la piel.
Mascarilla de caléndula (calmante)
La caléndula tiene excelentes propiedades hidratantes y demulcentes, por lo que resulta muy adecuada para mantener la suavidad de las pieles secas y calmar las irritaciones por el frío. En la elaboración de esta mascarilla también emplearemos avena, que es suavizante, calmante y antiinflamatoria.
Esta mascarilla nos irá especialmente bien por la noche, después de un día frío y ventoso. También podemos optar por macerar flores de caléndula en aceite de almendras dulces y filtrarlo después de unos días. Lo utilizaremos aplicándolo directamente en la piel o añadiéndolo al agua del baño.
Preparar la mascarilla de caléndula también es muy sencillo. Debemos hacer una infusión fuerte de caléndula con 5 o 6 flores por taza. La mezclamos con la harina de avena y nos aplicamos la mascarilla mientras aún está tibia. Dejamos que actúe durante 15-20 minutos.
Foto | Zenspa1
[…] hace falta humedecer el azúcar con un poco de agua, pero también podemos hacerlo con jugo de áloe vera o aceite de almendras dulces para que sea más eficaz. Mejor que mejor si después nos envolvemos […]