En nuestros días ha surgido una nueva figura “la abuela/abuelo canguro“, abuelas y abuelos con referencias educativas pertenecientes a otra época se hacen cargo de sus nietos a veces durante toda una jornada laboral. Es decir, unas 8 horas diarias, como mínimo.
Muchas veces no les queda más opción que repetir los modelos educativos heredados -ya sean acertados o no-, o bien optan por seguir ciertas pautas intuitivamente asumidas. Los abuelos se ven inmersos en una tarea que es una de las más importantes que pueden desarrollar a pesar de no haber tenido la oportunidad de capacitarse para ello.
Si a esto añadimos que la población de mayores de 65 años ha crecido en prácticamente todo el mundo -en Europa hace 100 años el 4% de la población eran mayores de 65 años, actualmente es el 18%, unos 30 millones de personas, mientras que en España la cifra se sitúa en torno al 17%-, la población de personas mayores que puede verse en la situación de convertirse en educadores que ofrecen su apoyo y ayuda familiar es cada vez más numerosa.
En respuesta a esta necesidad de los abuelos de enfrentarse a los retos que supone cuidar de sus nietos, existen seminarios, talleres y grupos de desarrollo familiar que intentan proporcionar orientación. Los talleres plantean herramientas que pueden guiar a estos abuelos canguro, dando prioridad a la educación del carácter de los niños y proponiendo estrategias basadas en el principio de que los niños nacen con unas potencialidades.
Lo que aprendemos de niños lo atesoramos para el resto de nuestras vidas. Las enseñanzas que aprendemos tienen una calidad especial, quedan en nuestras mentes y corazones y son las lecciones que mayor influencia ejercen sobre nuestras vidas. Llenemos la infancia de los niños con las palabras que despierten sus fortalezas interiores, que atesoren el gran regalo del amor incondicional.
Consejos para abuelos canguro: El lenguaje
Foto | educaydisfruta
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