Hay pocas personas a las que no les gusta que brille el sol, sin embargo sus rayos, además de ser perjudiciales para la salud si no nos protegemos de ellos, pueden impedir que veamos correctamente. Los rayos del atardecer, el reflejo del sol en el asfalto mojado o el efecto de la luz del mediodía en el capó de otros coches, son algunas de las situaciones en las que los rayos solares provocan deslumbramientos, pudiendo llegar a ser peligrosos.
Para evitarlos la solución se encuentra en el uso de lentes polarizadas, ya que son capaces de neutralizar los reflejos que provienen de diferentes superficies, como los carreteras mojadas o el agua, garantizando una gran comodidad y una visión rica en contrastes.
¿Cómo evitan el reflejo?
Para entender por qué las lentes polarizadas son capaces de evitar los reflejos, primero hay que saber cómo se producen estos. La luz se transmite en el espacio vibrando en muchas direcciones. Cuando la luz se refleja en una superficie lisa, como puede ser el agua, la nieve, el asfalto mojado, o la carrocería de un coche, sus componentes de vibración varían, pasando a ser generalmente de polarización horizontal. Este cambio es el que causa los brillos propios de los deslumbramientos que, a su vez, alteran la percepción de las formas y los colores, disminuyendo el contraste.
Las lentes solares tradicionales no presentan las características necesarias para bloquear este efecto, sin embargo, las lentes polarizadas sí. Esto lo consiguen porque su filtro polarizado neutraliza las ondas de luz horizontales, evitando el deslumbramiento y separando la luz útil de la molesta. De esta forma el contraste es mayor y, por tanto, las imágenes se ven con más nitidez. El resultado final es una percepción visual mejorada.
Lentes polarizadas: ¿cuándo me las pongo?
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