Siempre se ha conocido la sauna como un medio para perder peso fácilmente y, además, rápidamente, y es por eso que muchas personas, a pesar de agobiarse mucho en ella, la usa a diario para perder algunos gramos. Pero claro, no todas las personas notan resultados y ahora vemos por qué.
La función principal de la sauna no es la de hacer que perdamos peso, pero sí que puede ayudarnos si llevamos una alimentación muy saludable y hacemos ejercicio, ya que la sauna actúa como diurético y evita que retengamos líquidos, lo que quiere decir que no elimina las grasas, sino los líquidos y que esa grasa debemos perderla nosotras mismas con ejercicio. Es más, en muchos gimnasios ya se dispone de sauna para entrar en ella después del ejercicio.
Pero claro, no solo nos ayuda a eliminar líquidos, sino que también nos ayuda a eliminar toxinas, lo que quiere decir que nuestra piel parecerá mucho más joven y sana, lo cual nos viene bien a todas, ya que, tengamos la edad que tengamos, nuestra piel tiene toxinas y puede estar sucia (si no nos hacemos los tratamiento de belleza adecuados).
Es importante que sepáis que no se debe estar más de diez minutos en la sala de la sauna, ya que es un sitio cerrado en el que hace muchísimo calor (como todas sabréis), lo cual puede provocarnos muchos mareos y fatigas si pasamos demasiado tiempo en ella.
Personalmente os recomiendo que entréis, al menos, una vez en semana después de realizar el ejercicio correspondiente.