Es cierto que muchas veces descuidamos nuestros pies, y solo cuando nos ocasionan algún problema, nos acordamos de lo importantes que son para nuestro día a día.
Mantenerlos sanos, utilizar calzado adecuado, realizar una correcta higiene diaria y no pasar por alto los posibles daños que les ocasionamos por el trabajo al que los sometemos cada día.
Lucir unos pies bonitos en verano es posible realizando unos cuidados muy sencillos. Si no tienes tiempo o hay que apretarse el cinturón y prescindir de los tratamientos profesionales de centros de belleza, puedes seguir estos consejos para atreverte a enseñar tus pies con tus sandalias favoritas.
– Grietas en talones: cuando dejamos atrás el calcetín y las medias, los talones se resecan y en ocasiones se producen unas dolorosas grietas que incluso nos impiden andar correctamente.
Solución: con una lima especial para pies, ir quitando las durezas del talón. El momento más adecuado es durante la ducha porque la piel se ablanda y es más sencillo retirar la piel muerta.
Uno de mis instrumentos favoritos para realizar esta técnica, es esta lima de pies de Ikea. Es económica (3,5e), dura mucho tiempo y tiene una forma muy indicada para utilizarlo sin esfuerzo. Además la puedes encontrar en varios alegres colores.
– Sequedad: llevar sandalias, el cloro de la piscina, la arena de la playa y la sal del mar resecan la piel de los pies, además de que frecuentemente olvidamos aplicarles crema hidratante tras la ducha.
Solución: untar abundantemente con crema tipo Nivea (muy cremosa) o crema específica de pies y cubrir con una bolsita de plástico (sin ninguna impresión de publicidad ya que la tinta mancharía los pies) durante 20 minutos. Esto favorecerá la absorción de la crema.
– Piel sin renovar: normalmente aplicamos geles exfoliantes en cara y cuerpo para ayudar a la piel a renovarse y eliminar células muertas, pero ¿qué ocurre con los pies? Generalmente no los exfoliamos y ahora en verano lo agradecen de verdad.
Solución: realiza un sencillo exfoliante casero mezclando 4 cucharadas de aceite de oliva con 6 cucharadas de azúcar. Mezcla bien y aplícatelo sobre todo el pie frotando suavemente cada zona. Deja actuar 5 minutos y aclara con agua. Después hidrata en profundidad.
Unos pies cuidados en verano hacen que tus piernas luzcan aún más bonitas y esas sandalias que tanto te gustan, te quedarán aún mejor. ¿Te atreves?