El verano, el sol, la playa, las vacaciones, el calor… Mojitos, Piñas Coladas, Daikiris, Margaritas… Es el momento propicio para salir, para perder la compostura y para beber un poco. El día invita y la noche aún más y, al fin y al cabo, qué mal puede hacernos un pequeño cocktail…
Pues todo va a depender de cuál elijamos. Así de claro. De hecho, algunas bebidas pueden dar al traste con la dieta más estricta y aunque las vacaciones no son el mejor momento para pensar en poner límites a nuestras apetencias, deberíamos ser conscientes de qué ingerimos.
Quizá uno de los combinados más “destructivos” para las que desean mantener la línea a toda costa, sea a la vez el más popular y el que más se pide en esta época del año. Es decir, hablamos de la estrella veraniega de los cocktails, nada más y nada menos que ¡la Piña Colada!
Lamento la mala noticia y “aguar” la fiesta, pero es necesario que conozcáis todos los datos. Eso no significa que debamos prescindir completamente de un trago festivalero, pero lo mejor es no llevarnos a engaños. Ahora lo comprenderéis.
Una Piña Colada, respetando la receta original y servida en la cantidad de una copa habitual, tiene aproximadamente ¡¡¡unas 700 calorías!!! Entiendo que necesitéis reponeros, sobre todo aquellas que adoran esta deliciosa y refrescante bebida. Sin embargo, los datos no son engañosos. Baste con agregar que una copa media lleva casi 80 gramos de azúcar, a lo que tendremos que añadir la grasa de la leche… ¡una bomba!
Pero no creáis que es la única bebida capaz de pegarnos un buen “susto”, nutricionalmente hablando. Existen otras muchas y de ello dio buena fe la revista Forbes, que publicó la lista de los cocktails más calóricos. Entre ellos figuran, como ya podréis imaginar y además de la Piña Colada, el Mojito, la Caipirinha, el Cosmopolitan… A ver dónde los echaban Carrie Bradshaw y sus neoyorquinas amigas.