Toda mujer, a lo largo de su vida, sufrirá, al menos una vez, una infección vaginal. De hecho, las infecciones por hongos son una causa frecuente de irritación de la vagina y la vulva. Son causadas por el tipo de hongo conocido como Candida.
Que no os asuste, es normal tener hongos en la vagina. Es más, debemos tener un equilibrio entre los hongos y otros organismos… Pero cuando dicho equilibrio se pierde se produce un crecimiento excesivo de hongos que puede llegar a producirnos estragos. Esta pérdida en el balance de microorganismos vaginales se debe a algunos cambios hormonales o por el uso de antibióticos.
Los síntomas de la infección pueden ser leves o muy molestos. Se suele sentir picazón intensa; escozor e irritación de la vagina y enrojecimiento e irritación de la vulva; coito y micciones dolorosas; y secreción vaginal anormal que suele describirse como similar al requesón sin mal olor.
Debemos acudir a nuestro médico de cabecera o ginecólogo quien, con ayuda de un algodón, tomará una muestra del área afectada para enviarla a laboratorio. Allí determinarán si la infección se debe o no a los hongos.
Este tipo de infecciones se tratan con medicamentos antifúngicos, tales como el clotrimazol o el miconazol. También existen cremas y pastillas que se aplican directamente en la vagina, pomadas para la piel, y píldoras.
Para prevenir estas infecciones se recomienda no usar duchas vaginales, aerosoles vaginales perfumados, ni otros productos aromatizados que irriten la vagina. También es recomendable el uso de bragas de algodón y pantimedias con entrepiernas de algodón para ayudar a mantener ventilada el área genital.
Imagen: elitemedical
Fuente: geosalud