Las experiencias que viven los niños en sus primeros años de vida ejercen una gran influencia sobre su manera de ver el mundo.
Siguiendo estas sencillas estrategias, conseguirás que tus hijos sean personas más optimistas, alegres y resueltas:
– Ayúdales a pensar en positivo: Según Martin Selingman, es la forma como un niño piensa y no el hecho de que domine o no una tarea lo que hace que sea optimista. Esto significa que, aunque tu hijo sea el penúltimo corredor en llegar a la meta, será optimista si hace una interpretación optimista del hecho. Por ejemplo: “He perdido porque el resto de los niños eran mayores que yo“. Nuestro papel como padres es reforzar los pensamientos optimistas y, si no se dan, formularlos en voz alta: “Era la primera vez que participabas. Entrenando un poco más, lo harás mucho mejor la próxima vez”.
– Motívales al máximo: No hay mejor estímulo que una mirada de aprobación y afirmaciones de apoyo del tipo “¿Ves que bien lo haces tu solo?”, “Has aprendido muy rápido”… etc. Intenta que no explique lo que le pasa en términos absolutos como “siempre” o “nunca“, “todo” o “nada” porque alimentan una visión determinista de la realidad: “Nunca voy a saber hacer raíces cuadradas”.
– Aceptar el fracaso, el próximo reto: Hay que enseñar a los niños a aceptar la realidad sin resignarse. Cuando no consigan sus propósitos (pintar sin salirse de la raya, memorizar un poema…), intenta atribuirlo a causas ajenas (era un dibujo muy difícil, la poesía era muy larga…) o bien da explicaciones que le afecten a él, pero que sean transitorias (es que es tarde y debes estar cansado).
– Valorar sus cualidades: cuando tu hijo consiga un logro, por pequeño que sea, hay que atribuírselo a él personalmente: “Has ganado el concurso de cuentos porque tienes mucha imaginación”. También es importante explicar su éxito buscando causas estables que le ayuden a entender que sus cualidades permanecerán en el tiempo aún cuando las circunstancias no vayan a su favor: “Haces amigos porque eres muy simpático”. Esto acerca una visión mucho más positiva de la realidad que “hoy has hecho nuevos amiguitos porque estabas contento”.