4. Café y Té. Estimulante total.
¿Por qué? La cafeína es un alcaloide, estimulante del sistema nervioso, presente en el té y en el café. Beber un café solo puede disminuir la tasa de cortisol, lo que se traduce en un efecto relajante. Además, tanto el té como el café facilitan la digestión en dosis razonables.
La rectea: Café vienés. Mezcla 15 cl de leche caliente con 1 cl de café. Añade dos cucharadas soperas de nata montada y espolvorea un poco de cacao.
5. Plátano. Sonrisa XXL.
¿Por qué? Es excelente para el buen humor gracias a su alto contenido en dopamina (la hormona del placer) y en vitamina B6 (llamada piridoxina), que juega un papel importante en la modulación de los receptores hormonales. Además, contiene dosis interesantes de magnesio y potasio, indispensables en las transmisiones nerviosas. Un alimento completo y sin muchas calorías (135 por plátano mediando frente a las 100 que aporta una manzana).
La receta: Plátano a la vainilla. Machaca un plátano por persona junto con una cucharada sopera de leche condensada y agrega unos granos de vainilla.
6. Azúcar. Un dulce placer.
¿Por qué? Prohibido muy a menudo en los platos, el azúcar (en dosis razonables) tiene, sin embargo, un efecto beneficioso para el estado de ánimo. De hecho, constituye el carburante número uno del cerebro, le permite asegurar el conjunto de funciones cognitivas y su consumo conlleva, además, la fabricación de serotonina, un neurotransmisor conocido como el mensajero de la sensación de bienestar. Por este motivo, los alimentos azucarados son capaces de proporcionar tanto placer.
La receta: Gominolas caseras. En un cazo, pon a cocer ocho manzanas troceadas con dos cucharadas soperas de agua durante 20 minutos. Tritúralas y pásalas por un tamiz. Echa el puré de manzana en el cazo con 400 g de azúcar moreno, deja cocer 30 minutos a fuego lento moviéndolo de vez en cuando. Añade 30 g de hojas de gelatina rehidratadas y el zumo de medio limón. Viértelo todo en un recipiente y guárdalo en la nevera 24 horas antes de cortar la pasta en cuadraditos. Rebózalos en azúcar y a disfrutarlos.