Eso es lo que ha hecho la gente de la calle y como viene siendo costumbre desde hace tiempo, a través de las redes sociales. La presión ejercida por ciudadanos de todo el mundo han conseguido que el severo y conservador monarca de Arabia Saudita haya dado marcha atrás y con ello haya anulado la condena a una mujer cuyo delito había sido conducir un coche.
El monarca del país árabe había comunicado días antes su intención de suavizar las leyes de su régimen, en favor de una mayor participación política ysocial de la mujer. Sin embargo y tras hacer el anuncio de que las próximas elecciones municipales de 2015 contarían con la participación femenina (prohibida aún), la joven saudí era condenada a diez latigazos por conducir un automóvil.
La mujer es Shaima Jastaina, de 30 años de edad, fue una de las activistas que a principios de verano protagonizaron una “rebelión al volante” y aprovechando la ola de cambios que se llevaba a cabo en distintos países árabes, decidieron ejercer como conductoras de automóviles, algo que en Arabia Saudita está completamente prohibido para la mujer.
Ese fue el delito cometido por Jastaina, merecedor de una condena que escandalizó e indignó a los defensores de los derechos humanos, asociaciones, ONG’s, extranjeros e incluso saudíes residentes en el propio país. La ola de protestas no se hizo esperar y las redes sociales no daban a basto, hasta que el rey ha anulado la sentencia dictada por el juez.
De todos modos, Shaima Jastaina no ha sido la única mujer condenada por conducir. La propia impulsora de la campaña debió pasar nueve días en la carcel tras la protesta. Además, otras dos mujeres están citadas esta semana para comparecer ante un tribunal, acusadas del mismo delito.