¡Mima tu cabello! Las fórmulas oleosas han pasado de defenestradas a ser veneradas hoy por la alta cosmética capilar.
Pertenece al pasado aquella sensación untuosa de las texturas aceitosas que tanto tardaban en absorberse. Los últimos productos capilares vienen en forma de aceites secos, casi evanescentes, que penetran con facilidad, dejando una pátina de luz sorprendente, amén de sus innumerables beneficios. El mayor de ellos es su gran afinidad con la piel y el pelo, lo que hace que todos sus principios activos sean asimilados y se mantengan adheridos a la superficie, logrando nutrición a largo plazo.
La fibra capilar es la más beneficiada con estas texturas por su estructura. Lo elixires de última generación son versátiles adaptándose a múltiples necesidades. Antes del lavado como tratamiento intensivo y profundo, después para acelerar el secado y evitar el encrespamiento, y como toque final a modo de sérum.
Añade más páginas a tu diccionario beauty porque se avecinan nuevos términos en el campo de la belleza. Lo último en antiaging viene coleando desde las postrimerías del siglo XVIII, cuando el médico y físico de origen italiano Luigi Galvani descubrió el fenómeno del galvanismo, que explica la relación entre energía y movimiento a nivel celular.
Sería paradójico revelar en el tercer lustro del XXI que el secreto de la eterna juventud se encuentra en la mecánica de nuestro propio organismo. Las firmas cosméticas se han hecho eco de esta innovadora revelación incluyendo en sus fórmulas pioneras tecnologías, como la que es capaz de reproducir señales eléctricas de intensidad similar a la bioelectricidad propia de la piel, estimulando la regeneración celular; o la derivada de la acción de los polipéptidos, los mensajeros naturales de las células, que juegan un papel crucial en la renovación tisular al estimular la producción de colágeno y elastina.
Por si tenéis alguna duda, indicaros que la bioelectricidad es la corriente responsable de la comunicación intracelular y la señal necesaria para estimular funciones del organismo. En 2006, un grupo de investigadores de la Universidad de Aberdeen (Escocia), dirigidos por el doctor Ming Zhao, demostraron que con ayuda de simples campos eléctricos se aceleraba la cicatrización de la piel y se podía aprovechar su poder para activar la juventud y reparar tejidos, abriendo una vía inexplorada en los cuidados antiedad.
Si tienes problemas con la caída del cabello, te recomendamos http://www.caidadelpelo.org/
Imagen: quo
Manuel Herrera says
Hola buenos días!
Primero que todo quiero deciros que me encanta vuestro blog, estuve leyendo y estoy muy interesado en contactar con vosotros. Me parece que la información es muy interesante y actual. Tenéis algún mail de contacto directo? Os dejo mi mail, moseofree@gmail.com espero poder conversar con vosotros. Un saludo,
Manuel.