En su tratado Cómo ganar cualquier discusión sin alzar tu voz, perder la calma o llegar a los golpes, el abogado Robert Mayor sugiere algunas tácticas que puedes poner en práctica la próxima vez que caigas en un enfrentamiento sin sentido.
- A la chita callando. A falta de argumentos contundentes, el silencio es el argumento más difícil de refutar.
- Argumentos, argumentos. Convencer sin necesidad de pasar una apisonadora por encima del contrario.
- También se aprende a discutir. No es la fuerza, sino la técnica, lo que doblega al enemigo.
- Más sabe el diablo… Utilizar el argumento ajeno para complementar el propio.
- Aprende de quién eres. Conocerse a sí mismo para después anticiparse a los golpes del contrincante.
- Las victorias pírricas no tienen ganador. Mejor un mal arreglo que un buen pleito.
- Antes muerta que rencilla. El acaloramiento vaticina la derrota. Y si hay que perder, que sea con estilo.
Y si con esto aún seguimos con las discusiones, he aquí diez pasos para reconducir una discusión sin sentido:
- No querer tener toda la razón.
- Escuchar. Hablar con claridad y relajadamente.
- Repetir pocas ideas e incitar a preguntar.
- Estructurar ideas. Dar respuestas rápidas.
- Documentarse, sin perderse en el detalle.
- Contacto visual.
- Debatir lo importante.
- Ver una pregunta capciosa antes de hacer declaraciones comprometidas.
- Aprovechar los errores ajenos.
- Contrastar ideas, no descalificar y demostrar convicción.
A veces es bueno seguir el consejo de Groucho Marx: “En ocasiones prefiero callar y parecer tonto a abrir la boca y no dejar ninguna duda”.
Imagen: cositasfemeninas
Fuente: Quo