Nuestra sociedad ha llevado a la proliferación de una serie de dietas que garantizan una rápida pérdida de peso en un corto período de tiempo. Tanto los especialistas en nutrición como los médicos alertan contra estos regímenes pues las dietas adelgazantes siempre han de ser equilibradas, personalizadas y controladas por especialistas.
Es muy sencillo distinguir una “dieta milagro” pues siempre prometen una pérdida de peso rápida bajo la afirmación de no requerir esfuerzo alguno y asegurando que es totalmente segura pero, por supuesto, sin aporte alguno de evidencias científicas fiables de ello.
Según los expertos, las “dietas milagro” se clasifican en tres grandes grupos:
- Dietas hipocalóricas desequilibradas: como la dieta de la Clínica Mayo, dieta “toma la mitad”, dieta Gourmet o dieta Cero. Se pierde peso, de eso no cabe duda, pero tiene un efecto rebote en el que se recupera rápidamente todo lo perdido además de sufrir un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular.
- Dietas disociativas: dieta de Hay o disociada, régimen de Shelton, dieta Hollywood, dieta de Montignac, Antidieta… La filosofía de todas estas dietas es que los alimentos engordan si se consumen según determinadas combinaciones.
- Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente como la dieta Dr. Prittikin y la del Dr. Haas. Otras son ricas en proteínas y sin hidratos de carbono como la dieta de Scardale, la dieta de los Astronautas, la dieta de Hollywood y la dieta de la Proteína Líquida, que producen una sobrecarga renal y hepática muy importante. Otro tipo de dietas que se incluyen en esta grupo son las ricas en grasa como la dieta Dr. Atkins y la dieta de Lutz. Se conocen como dietas cetogénicas. Se ha demostrado que son muy peligrosas para la salud, ya que producen serias alteraciones en el metabolismo.
Imagen: conmuchagula
Fuente: nestle
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