Las experiencias con este tipo de coches no son pruebas convencionales, sino más bien tomas de contacto con el proyecto, mezcla de sensaciones y romanticismo, porque casi nada funciona como esperamos…
Levantando el cristal se accede al habitáculo. Tras ajustar la posición del volante y los pedales, se aprieta el botón de encendido escondico -de momento- en el carenado, se pisa el acelerar y ponemos carretera de por medio. La dirección apenas mueve las ruedas delanteras y el diámetro de giro asusta, demasiado grande para un urbano.
Gloger se defiende diciendo que “nuestro prototipos en fase de pruebas ya logran dar una vuelta completa en 5,5 metros“. También les queda mejorar el parabrisas, que deberá llevar cristal por cuestión de visibilidad, un pequeño ventilador interior para desempañar, un filtro para los rayos infrarrojos…
Un panel solar doméstico de cinco metros cuadrados y 500 vatios bastaría para suministrar al Rak- 525 kilowatios por hora. Esa es la energía necesaria para que el pequeño Opel recorra 10.000 kilómetros por año. En muchos países los usuarios que hayan cumplido los 16 años de edad están autorizadosa conducir este tipo de vehículo, un coche que Opel quiere vender desde 9.000 euros.
Por cierto, para las claustrofóbicas, el asiento trasero no es nada recomendable (el Rak-e es esencialmente un monoplaza), porque hay poco espacio y los movimientos están muy limitados. Eso sí, será agradable para las parejas enamoradas porque, tal como en las motos, propicia el contacto físico entre las piernas de los ocupantes.
Volkswagen, Audi y Peugeot están trabajando en concepto de vehículos similares. El último caso resulta especialmente interesante por la reciente asociación al Grupo PSA y General Motors (propietaria de Opel). Al unir sus esfuerzos, es posible que un coche como el Rak-e llegue al mercado incluso antes de 2015.
Imagen: netcarshow