Cada vez que me toca ir a un centro comercial o, incluso paseando por los paseos marítimos de la costa española, veo que están arrasando los puestos de ‘arreglo de uñas’… vamos, lo que se conoce como nail art. Hay que tener presente que, aunque muchos de estos centros prometen resultados únicos, no todos reúnen las condiciones adecuadas para trabajar nuestras manos.
Debes asegurarte que todos los instrumentos que utilicen, ya sea para hacerte la manicura o la pedicura, han sido desinfectados correctamente. El motivo es que mientras nos cuidan las uñas, nos las cortan, las liman, recortan cutículas y padrastros, etc… por lo que nuestra piel está expuesta, puede sangrar e incluso infectarse por hongos, bacterias…
Todas las cuchillas que se usen para raspar la piel muerta tienen que ser desechables. Si te decantas por las uñas postizas debes tener presente los adhesivos que se utilicen ya que podrías ser alérgica. Y tampoco se debe abusar de las lámparas de rayos UVA que se utilizan para secar las uñas de gel.
En lo que respecta a la moda de la ictioterapia, pedicuras con peces garra rufa que succionan las células muertas de la piel, realmente es un tratamiento exfoliante excelente. El inconveniente es que muchos centros no hacen uso de estos peces, ni los cuidan de forma adecuada ni controlan si contagian virus o bacterias. Estos pececillos pueden provocar pequeñísimas heridas y transmitirnos enfermedades por la sangre.
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