La gran mayoría de las mujeres no está satisfecha con el tamaño de sus pechos. Eso hace que las lleve a pensar en la cirugía como solución a su ‘complejo’.
Teniendo en mente que este tipo de inconvenientes pueden llegar a generarnos verdaderos problemas de confianza y que hasta que no le demos una solución, ya sea psicológica o quirúrgica, no volveremos a un estado mental equilibrado, tampoco debemos olvidar los riesgos que una cirugía de este tipo conlleva.
Antes de lanzarte a lo loco al quirófano debes tener en cuenta los siguientes puntos:
- Con una única operación el problema no quedará resuelto. Por norma general, cada diez años deberás volver al quirófano para sustituir los implantes mamarios dado que caducan.
- El importe medio de la cirugía de aumento de pecho va desde los 3.000 euros a los 10.000 euros. Además, a no ser que esté médicamente justificado, la intervención se considera como estética, con lo que prácticamente ningún seguro médico cubrirá la intervención.
- Una vez que llevas implantes, realizar mastografías es más difícil ya que los implantes esconden ciertas partes del tejido mamario.
- Debes asegurarte de acudir a una clínica de prestigio, para que no te introduzcan implantes que puedan reventarse en tu interior con los consecuentes problemas de salud que ello acarrea. Además, debes esperar a tener 22 años, ya que los senos siguen creciendo hasta los 21.
- En el caso de tener complicaciones en la cirugía estos se traducen en dolor de pechos, disminución o aumento de la sensibilidad tanto del pezón como del pecho en general, la formación de queloides en las zonas donde han cortado con el bisturí, infecciones y problemas con el tamaño y forma de los implantes.
Piénsatelo muy bien antes de operarte y, por favor, si te decantas por ello que sea en clínicas especializadas y con buenos profesionales.
Imagen: dorsia