Los síntomas que hacen sospechar la diabetes se presentan unas dos o tres semanas y casi nunca más de un mes antes del diagnóstico; este tiempo es más corto en los niños de menor edad y en aquellos que ya tienen un familiar próximo enfermo.
Lo habitual es que la sintomatología tenga un comienzo progresivo: sed intensa, mayor cantidad de orina y con mayor frecuencia que se acompaña a veces de eneuresis secundaria, es decir, orinarse por la noche y frecuentemente pérdida de apetito.
La pérdida de peso, el cansancio físico y psíquico, la disminución del rendimiento en el trabajo y las alteraciones del comportamiento son síntomas que se presentan con una alta incidencia al inicio de la enfermedad.
Otro de los síntomas que alertan de la presencia de diabetes es la cetosis, que es la presencia de acetona en la orina y que puede aparecer en cualquier tipo de diabetes.
La cetosis es una situación que puede llegar a ser grave si se asocia a acidosis (es lo que se llama cetoacidosis), aunque es muy raro que la diabetes comience de forma brusca con un coma cetoacidótico consecutivo a una infección, trauma, operación o estrés psíquico.
El diagnóstico es sencillo cuando se encuentran las manifestaciones clínicas características de la diabetes, aunque el médico realizará unos exámenes complementarios para confirmar la sospecha.
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¿Sabrías detectar la diabetes? I – ¿Sabrías detectar la diabetes? III – ¿Sabrías detectar la diabetes? IV