¿Y si después del duro invierno nos damos cuentas que tenemos los talones resecos? No os agobiéis, porque os traigo una serie de remedios para mejorar el aspecto de nuestros pies. No, no están probados científicamente pero funcionan, os lo aseguro.
Las causas de tener los talones secos y agrietados se debe a diversas causas, desde el tipo de zapatos que solemos usar, pasando por caminar descalza hasta tener problemas del hígado (que, como es normal, en este caso ya estaríais tardando en ir al médico).
Pero centrémonos en lo nuestro, que en esta ocasión es el cuidado de nuestra piel de los pies para tenerlos sanos y bellos. He aquí los truquitos:
- Antes de irte a la cama úntate los pies con vaselina y ponte unos calcetines. Verás que cambio por la mañana. Si la vaselina te da un poco de repelús, también puedes optar por usar aceite para las pieles de los bebés.
- Haz un puré de plátanos maduros y colócatelo en los talones durante 15 minutos. Por supuesto, después te enjuagas los pies J
- También puedes mezclar glicerina con unas gotas de agua de rosas y untarte con esta mezcla los talones. De nuevo deja actuar unos 15 minutos y posteriormente enjuágate los pies.
- Otra opción es la de la cebolla. Coge una, la cortas por la mitad, cubres su superficie con sal y deja que macere durante seis horas. Pasado dicho tiempo, moja un algodón con el líquido formado en la cebolla y úntalo en los talones.
- Por último me queda recomendarte que uses la piedra pómez. Pásala por la zona afectada con movimientos circulares de forma que elimines toda la piel muerta del talón y después mete los pies en un barreño con agua tibia y medio vaso de vinagre o zumo de limón. Déjalos en remojo unos 10 minutos, sécalos bien y no te cortes al cubrirlos con crema hidratante.
Si alguna de vosotras conoce algún otro truco que desconozco, no os cortéis y mandádmelo en forma de comentario.
Imagen: dailymail