- Aunque esté nublado sigue siendo imprescindible el uso de protección solar. Y es que los rayos del sol son capaces de atravesar todo tipo de nubes que podamos observar. Tened especial cuidado si acudís a la playa o piscina.
- Aunque ya estemos morenas podemos quemarnos de nuevo. En ningún momento debemos dejar de aplicarnos la crema con factor de protección.
- Todo protector que nos apliquemos tendrá que ser renovado pasadas un par de horas. Es decir, que con ponernos protección antes de salir de casa no es suficiente. Además, si la crema es waterproof nos protegerá del sol mientras estemos en el agua, pero al salir y secarnos tendremos que volver a aplicárnosla.
- La ropa de tonos oscuros, de tejido ligero y transpirable es la mejor opción que podemos elegir a la hora de exponernos a los rayos del sol (fijaos en los verdaderos expertos, los tuaregs, tapados por completo en colores oscuros bajo temperaturas realmente altas). Si bien es correcto el hecho de que la ropa clara puede resultar un poco más fresca, son tejidos que los rayos solares atraviesan con mayor facilidad.
- Hay que proteger todas las zonas sensibles: nariz, labios, orejas, empeines, rodillas (incluyendo la parte trasera de las mismas) y la raya del pelo (seguramente ya sabréis lo incómodo que resulta su quemadura). No basta con ponernos crema en la nariz y los labios, nuestro cuerpo tiene muchas más zonas a las que no les prestamos mucha atención y son igual de susceptibles a la hora de quemarse al tomar el sol.
Imagen: blogspot
Luna says
Nunca nos concienciaremos lo suficiente de los peligros del Sol…
Ana Pérez says
Esperemos aportar un granito de arena en, al menos, unas pocas personas más.
Gracias por leernos. Un saludo.