Se trata de un grupo, por no mencionar la palabra secta, cristiana norteamericana donde se enseña a los hombres a pegar a las esposas a través de un documento de más de cincuenta páginas repleto de principios y prácticas básicas para golpear a base de bien.
Uno de los consejos que proponen en dicho manual los del movimiento Disciplina Doméstica Cristiana es que golpeen a las mujeres con los cepillos del pelo, pues “es excelente para lograr la picadura deseada, pero se puede romper fácilmente”. Otro gran ejemplo es el uso de la raqueta de tenis, ya que según ellos se trata de un elemento silencioso y estable.
Como estos dos ejemplos, imaginad la cantidad de los mismos que podrán encontrar los grandes hombres de la Disciplina Doméstica Cristiana. Y esto es sólo el “Paquete para principiantes”, un documento de 54 páginas repleto de sandeces que se creen a pies juntillas.
Los fundadores del sistema describen sus motivaciones como “práctica entre dos cónyuges en donde la cabeza de familia toma las medidas necesarias para lograr una relación sana y dinámica, así como para crear un hogar con un ambiente sano y para proteger a todos los miembros de la familia de resultados peligrosos o perjudiciales castigando los comportamientos no deseados para el bien de la familia“.
Para ellos se debe seguir un estilo de vida en el que están a la orden del día los castigos -pérdida de privilegios, tiempos de aislamiento, etc.- siempre contra la mujer con la excusa de mantener una casa cristiana en orden. Según explican en su página web, que no pienso promocionar, “El hombre es dominante y la mujer es sumisa, como se detalla en la Biblia”.
¿Lo peor? Que la ley no actúa frente a este tipo de seres humanos, por llamarles algo bonito.
Imagen: elaresenal