Siempre se ha relacionado a los frutos secos con engordar, es decir, que muchas personas evitaban comer frutos secos para no coger nada de peso, porque eso era lo que le recomendaban, pero lo cierto es que esas personas estaban equivocadas, aunque claro, recordad que nada en exceso es bueno para nuestro organismo.
La cuestión es que, según parece, incluir fruto secos en nuestra dieta diaria nos ayudaría a reducir el riesgo de obesidad. Para este estudio se estudió a 803 personas, repartidos entre hombres y mujeres, y se comprobó que aquellos que tienen presentes en su dieta los frutos secos tienen menor sobrepeso y obesidad, frutos secos de todo tipo.
Por cada 28 gramos semanales de frutos secos, consumiéndolos habitualmente, se reducir el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad en un 7%, lo cual es genial, eso sí, no os pongáis a comer frutos secos como locos, que al final será peor ya que contienen muchísima energía y grasa que luego hay que quemar, en caso de que se consuman demasiados.
Así que, en definitiva, comer un puñado de frutos secos, ya sea en el desayuno, como snack (mi forma preferida) o en alguna comida (como una ensalada), nos ayuda a reducir el riesgo de obesidad, así que no lo penséis más y comprad algunos frutos secos para tenerlos habitualmente en casa. Eso sí, os recomiendo que los compréis sueltos, no en bolsas, son mejores y, además, podréis mezclar varios tipos, que siempre comer lo mismo aburre, ¿No es cierto?