A lo largo de este fin de semana, Desigual ha estrenado su nueva campaña de marketing… como suele ser habitual en la marca, el anuncio que se puede ver en televisión no deja indiferente a nadie, pero en esta ocasión el motivo del escándalo se debe a lo que dejan entrever.
En el spot vemos a una joven que simula estar embarazada (comprobando que el vestido le queda perfecto con y sin barriga) y, tras sacarse el cojín, se dedica a pinchar una serie de condones. Personalmente me parece que refleja un pensamiento sexista y denigrante para la mujer, pero estando el patio como está, vete a saber lo que estaréis pensando.
Sea como sea, no soy la única que piensa lo mismo. El revuelo que ha causado este anuncio de la empresa catalana en las redes sociales ha sido de escándalo. De hecho, ya hay varios colectivos de mujeres que han solicitado que el anuncio sea retirado. Es tal la polémica creada que la marca de ropa Desigual ha hecho público un comunicado en el que asegura que “en ningún momento se ha querido herir la sensibilidad del espectador”.
Según Desigual, “con el anuncio se refuerza el mensaje que ha unido todas las campañas de la marca hasta la fecha, acerca del poder de decisión de las personas, y que en este anuncio representa un grito a la liberación personal y al derecho de perseguir los sueños”. Añade que “pinchar un preservativo es un acto que llama poderosamente la atención, como lo puede ser encender una cerilla en la oscuridad o pinchar un globo en el silencio” pero que “encender una cerilla no tiene que servir como síntoma de piromanía, sino que puede ser un símbolo de tener una idea, de alumbrar, de emprender, etc. Pinchar un preservativo puede ser un canto a la maternidad. Un símbolo, una metáfora. La imaginación es libre de pensar en consecuencias”.
También afirma que “no es intención de Desigual, ni su función, el proponer patrones sociales de conducta, ni en este anuncio ni en los anteriores. Tampoco cualquier protagonista de nuestras campañas pretende ser un emblema de la condición femenina”, concluye.
¿Qué opináis vosotras?