La sangre es una sustancia sumamente valiosa que ayuda a todo el cuerpo a mantenerse joven, pero si contaminamos su composición haciendo excesos en las comidas, provocaremos el efecto contrario y, en consecuencia, en vez de ayudarnos, nos enfermará.
La sangre transporta nutrientes, electrolitos, hormonas, vitaminas, anticuerpos, calor y oxígeno a todos los tejidos del cuerpo, pero también la sobrecarga de azúcar, grasas, alcohol, fármacos y cualquier sustancia tóxica que consumamos. Por tanto, es necesario mimar este río de vida que fluye por nuestras venas. Para ellos ten en cuenta lo siguiente:
- Modera el consumo de azúcar.
- Evita el alcohol.
- No te automediques, no consumas fármacos innecesariamente.
- Evita el café.
- Di “no” al tabaco.
- Modera el consumo de carnes rojas.
- Evita las grasas animales, las frituras, etcétera.
- Modera el consumo de chocolate.
- Haz 15 minutos de ejercicio cardiovascular (correr, bicicleta, spinning…) para oxigenar la sangre y eliminar toxinas.
- Toma mucha fruta, principalmente cítricos, ya que ayudan a depurar la sangre.
- Toma aceite de oliva u otros de origen vegetal, al igual que alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como el pescado y los frutos secos, ya que contribuyen a mantener las venas y arterías bien lubricadas, facilitando así el flujo sanguíneo. Además ayudan a reducir los niveles de colesterol.
- Toma plantas (ya sea en infusión o en comprimidos) que mejoran la circulación sanguínea (por ejemplo, ginkgo biloba o la vid roja).
Salud orgánica: cuidado de los bronquios y pulmones – Salud orgánica: cuidado del corazón
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