La noticia de que una prenda comprada de Primark llevase mensaje oculto en la etiqueta pidiendo ayuda no es nueva, pero aun así no puedo dejar de volver a ponerla en el candelero.
El hecho sucedió hará más o menos un mes, cuando una joven de 25 años de Gowerton, al sur e Gales, se compró un vestido económico en la tienda Primark de la zona. Al mirar la etiqueta, cosa habitual cuando queremos lavar o planchar la prenda, se llevó la sorpresa de su vida al leer en ella el siguiente mensaje: “Forced to work exhausting hours” (Obligado a trabajar horas agotadoras). Lo raro es que la chica no viese el mensaje al mirar la talla de la prenda, pero eso es lo de menos.
Rebecca Gallagher, la muchacha en cuestión, pensó que se trataba de una “solicitud de ayuda” de alguna mano de obra esclava y, ni corta ni perezosa, decidió ponerse en contacto con Primark para aclarar el asunto. Tras esperar al teléfono su buen cuarto de hora, la única respuesta que tuvo fue que le colgaron.
Como la noticia invadió las redes sociales, la empresa no ha tenido más remedio que decir algo al respecto, pero ha sido tan anodino como que no existen otros casos similares y solicitan a Rebecca devuelva el vestido para poder investigar el asunto.
Sin embargo, según aparece en Antena Lusa, no es la primera vez que Primark es acusada por activistas que creen que la empresa explota a sus trabajadores textiles en países como Bangladesh.
Y ahora, qué hacemos, ¿seguimos comprando en Primark o miramos para otro lado creyéndonos la versión de que es un montaje?
Foto | antenalusa